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domingo, 22 de marzo de 2020

Cumbres

Cumbres borrascosas, cielo despejado
y un soñar despierto viendo serranías,
(sus faldas hermosas con su verde prado)

Su páramo abierto a las bicromías
-gualdos frailejones sobre tierra parda-
deja al descubierto viejas letanías.

Se oyen las canciones que la brisa guarda
en la santa Sierra, en la Sierra fría
Tantas emociones en su tez resguarda...

En toda la Tierra, la melancolía
llueve su quejido sobre  blanca cima
y en el suelo encierra triste nostalgia.

El sopor dormido del doloso clima
viene y se renueva entre sus glaciares
nieve se ha vertido, mi aspereza lima.

Puede que no llueva lágrimas solares
vientos solidarios, tiernas cofradías
pero cuando nieva sobre los glaciares
surgen corolarios de nueva poesía.














sábado, 21 de marzo de 2020

Renacimientos


Parajes oscuros y sombras siniestras
que rondan las mentes con muecas y gritos
y siembran conjuros y dudas muy diestras

Palabras dementes que evocan los ritos
de mil religiones curtidas de llantos
con sus precedentes de lúgubres mitos.

Perversas tensiones con hondos quebrantos
infectan el alma sembrando rencores
por tantas traiciones, por tantos espantos.

Se acaba la calma, regresan temores
la vida se cubre con fina mortaja
la vida desalma sus grises colores.

Y luego descubre su vieja baraja
el mismo dilema, de nuevo el calvario
regresa y se encubre  con algo que ultraja.

El mismo teorema, de vuelta al sudario,
volver a nacer, vivir nuevamente
y el ansia suprema de un nuevo escenario.

Tener que crecer sin nada en la mente,
ni vaga memoria de aquella condena
y luego  el creer que nadie te miente...

La vida ilusoria que corre y se frena
persigue a la suerte en tétrica danza
da vueltas la noria, ¡qué pena, qué pena!

La vida se vierte sin luz ni esperanza 
y vuelve la mente tejiendo lamentos
tampoco la muerte detiene su andanza:
la rueda inclemente de renacimientos

miércoles, 18 de marzo de 2020

Las cuitas

No hay selvas ni montes ni mares
ni cielos vestidos de azules
no hay rojos ni malvas ni gules
que puedan llenar tus altares.


No hay ni oro ni plata ni sedas
ni prendas, regalos ni flores
no bastan todos los colores
que puedan ceñir tus veredas.


No encuentras la paz que serena
en gemas o en piedras preciosas
No importa cuán sean hermosas
las joyas si luego dan pena.


 Y el llanto que moja y que brillas
es claro compás de emociones
es dulce clamor de pasiones,
rocío que adorna mejillas.


Las cuitas son sólo enseñanzas
que vuelven más blando y más pío
al verbo que es gota de río
fluyendo hacia un mar de esperanzas.

domingo, 15 de marzo de 2020

Ecos naturales


Los ecos distantes de cumbres sonoras,
las aves en vuelo construyen sus nidos
el viento las mece por cielos henchidos
con altas montañas que cuentan las horas.

La vida se muestra en sus faunas y floras
regala perfumes, colores y fluidos
y encuentra deseos que fueron perdidos
en un devenir de ocasos y auroras.

Las aves volando en sus suaves demoras
la piel se estremece con albos latidos
en goce que embiste todos los sentidos
y presto a La Tierra por siempre valoras.

Qué bellos y hermosos los sueños prohibidos
mezclando ciudades con verde esperanza
volviendo a la vida que baila su danza
en medio de flores, aromas, sonidos.

Qué bellos los cantos que besan oídos
los trinos canoros, y hasta los aullidos
concierto de luces, de grata semblanza
que llenan el aire de paz y bonanza.








sábado, 14 de marzo de 2020

Imperio de sombras (terza rima)

Obscura oscuridad atenazante
que envuelve por doquier con su negrura
mostrándome su tétrico talante.

Embiste desalmada y muy segura
con sorna y con total alevosía 
vulnera mi razón y mi cultura. 

Las sombras se acumulan en jauría 
de perfidos delirios y temores
que atacan sin piedad el  alma mía. 

Y en medio de los álgidos fragores 
causados por un miedo persistente 
se cuelan los más lúgubres olores. 

Y luego se desata nuevamente
la furia del horror exasperado
cercando sin piedad la propia mente. 

Obscuro es el dolor desesperado
de ver alguna luz algo clemente 
en este vendaval inusitado. 

Y el cierzo cuyo frío ya se siente
hundirse en esta piel de dura escama
fustiga con gemido de insolente... 

La obscura oscuridad que me difama
resuelve con penumbras su misterio 
y plena de pavores me reclama. 

Absorto en este triste cautiverio
perdido y alejado de la vida
esclavo de las sombras y su imperio

Soy todo lo que queda de mi herida 
soy sólo lo que resta de mi espanto
y siento que me hundo en la caída 
de abismos cuyo fondo está en mi llanto